lunes, 11 de enero de 2010

LA FAMA DE VERDI

La fama de Giuseppe Verdi en vida fue extraordinaria, y era un personaje muy popular y un músico cuyas obras todos conocían. Era habitual que la gente sencilla, no necesariamente con conocimientos de música, cantara, tocara o, simplemente, silbara sus melodías. Se cuenta un episodio, posiblemente cierto, que da cuenta de la popularidad de Verdi.

Un intérprete de organillo, de esos que años atrás deambulaban de un lado a otro por las calles de pueblos y ciudades tocando melodías conocidas por todos, se situó justo debajo de una de las ventanas de la casa de Verdi. El compositor era consciente de que el pobre organillero estaba pidiendo limosna y no era cuestión de importunarle ni echarlo de allí. Pero otra cosa era trabajar con aquella contaminación acústica. Así pues, Verdi optó por una solución intermedia e hizo saber al organillero que tocaba demasiado fuerte. El organillero tocó un rato más y se marchó, pero al día siguiente apareció en el mismo emplazamiento con su instrumento y un cartelito en el que había escrito: “ALUMNO DE VERDI”.

He aquí tres interesantes enlaces: [1] [2] [3]

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