Always Look on the Bright Side of Life es una canción escrita por Eric Idle que apareció originalmente en la película La vida de Brian (1979), del grupo humorístico inglés Monty Python, que narra la vida de Brian Cohen, un hombre cuya vida es paralela a la de Jesucristo, llegando en algunas ocasiones a ser confundido con él. La canción, debido a su pegadiza melodía, se ha utilizado en muchos actos públicos, como partidos de fútbol e incluso funerales. La canción es usada al final del documental Flight 666 de Iron Maiden.
Rodando la escena final de La vida de Brian, el reparto estaba aburrido y acalorado en sus cruces, y Eric Idle empezó a cantar una pequeña cancioncilla. A todos (excepto a Idle) les gustó, y decidieron usarla. Desde entonces se ha convertido en una de las canciones más populares del grupo de humoristas.
Brian Cohen (Graham Chapman) ha sido condenado a morir crucificado por su participación en un intento de secuestro. Después de una serie de posibilidades de ser rescatado que acaban siendo todas fallidas, un personaje de una cruz cercana intenta animarle cantando "Always Look on the Bright Side of Life". Según avanza la canción, los demás crucificados (140 en total, según el guión, aunque sólo se ven muchos menos en pantalla) empiezan a bailar muy limitadamente y a sumarse al silbido del estribillo. La canción continúa mientras la escena cambia a un plano general de las cruces y aparecen los créditos finales. La segunda mitad de los créditos va acompañada por una versión instrumental.
"Always Look on the Bright Side of Life" fue concebida como una parodia del estilo de las canciones de las películas de Disney. Podría ser considerada una respuesta a "Dame un silbidito" de Pinocho. Su aparición al final de la película, cuando está claro que el protagonista va a morir, es claramente irónico.
Aunque el autor de la Banda Sonora es Geoffrey Burgon, lo más llamativo en este aspecto es que en esta película trabajó también un famoso compositor que todos conocemos muy bien: Trevor Jones (EL ÚLTIMO MOHICANO), como podemos comprobar en su biografía y en los títulos de crédito al final de la película.
Podemos ver al completo esta película pinchando en los siguientes enlaces:
[1] [2] [3] [4] [5] [6] [7] [8] [9a] [9b] [10]
Y a continuación, ponemos en primer plano algunas de las escenas más divertidas.
Rodando la escena final de La vida de Brian, el reparto estaba aburrido y acalorado en sus cruces, y Eric Idle empezó a cantar una pequeña cancioncilla. A todos (excepto a Idle) les gustó, y decidieron usarla. Desde entonces se ha convertido en una de las canciones más populares del grupo de humoristas.
Brian Cohen (Graham Chapman) ha sido condenado a morir crucificado por su participación en un intento de secuestro. Después de una serie de posibilidades de ser rescatado que acaban siendo todas fallidas, un personaje de una cruz cercana intenta animarle cantando "Always Look on the Bright Side of Life". Según avanza la canción, los demás crucificados (140 en total, según el guión, aunque sólo se ven muchos menos en pantalla) empiezan a bailar muy limitadamente y a sumarse al silbido del estribillo. La canción continúa mientras la escena cambia a un plano general de las cruces y aparecen los créditos finales. La segunda mitad de los créditos va acompañada por una versión instrumental.
"Always Look on the Bright Side of Life" fue concebida como una parodia del estilo de las canciones de las películas de Disney. Podría ser considerada una respuesta a "Dame un silbidito" de Pinocho. Su aparición al final de la película, cuando está claro que el protagonista va a morir, es claramente irónico.
Aunque el autor de la Banda Sonora es Geoffrey Burgon, lo más llamativo en este aspecto es que en esta película trabajó también un famoso compositor que todos conocemos muy bien: Trevor Jones (EL ÚLTIMO MOHICANO), como podemos comprobar en su biografía y en los títulos de crédito al final de la película.
Podemos ver al completo esta película pinchando en los siguientes enlaces:
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Y a continuación, ponemos en primer plano algunas de las escenas más divertidas.